La miopía se ha convertido en un problema de salud pública debido a su impacto económico y social. El desarrollo y progresión se relacionan con un componente genético y hereditario, sin embargo, hay otros factores externos como la falta de actividades con luz natural o el exceso de uso de dispositivos electrónicos, los cuales podrían explicar el incremento de casos en algunas poblaciones. Se estima que en Europa el 50% de la población tiene miopía. La edad de aparición suele estar entre los 8 y 9 años.
El Instituto de la Visión Brien Holden es un Centro de Investigación de referencia mundial en el cuidado de la Visión. Tras evaluar muchos estudios sobre el aumento de la miopía a nivel mundial, ha creado un Simulador que nos permite hacernos una idea de cómo «puede» evolucionar la miopía en un niño, y el porcentaje de éxito que «pueden» tener los métodos de control de miopía que existen actualmente.
Así por ejemplo, nosotros hemos calculado cuanta miopía podría llegar a tener un niño que con 10 años tiene -2,00.
Con 17 años podría llegar a una miopía de unas -5,28 dioptrías si no realiza ningún método de control de miopía, es decir, si sólo utiliza gafas.
Si este niño empieza a utilizar lentes de contacto de ortoqueratología, se calcula que la miopía con 17 años podría ser de -3,87 (un 43% menos).
Pero si esta cantidad de miopía apareciera antes, por ejemplo, a los 6 años, con 17 años podría alcanzar una cantidad de -8,22 dioptrías. Esta miopía ya se considera patológica ya que aumenta el riesgo de padecer glaucoma o desprendimiento de retina.
Pero si realiza un tratamiento de ortoqueratología podría quedarse con una miopía de -5,55 dioptrías.
Además de la ortoqueratología (lentes de contacto nocturnas), el simulador nos permite comparar otros métodos de control de miopía, como por ejemplo las lentes de contacto blandas multifocales. Estas lentes están teniendo muy buenos resultados en aquellos casos en los que la ortoqueratología no es posible, controlando el aumento de la miopía en un 49%.
Es vital plantearse algún método de control de miopía en niños para ralentizar la progresión de la misma, y evitar en el futuro patologías asociadas a ésta.
Pero estos métodos deben ir combinados con un cambio de hábitos en los niños, como por ejemplo pasar más horas al aire libre.