Debido a la estrecha relación que hay entre el desarrollo de un niño y los problemas visuales, dentro de las consultas de terapia visual incorporamos la Terapia de Movimientos Rítmicos.
Los reflejos primitivos son movimientos automáticos que controlan la actividad motora del feto y del bebé durante sus primeros meses de vida para su supervivencia. Permiten atravesar el canal del parto, succionar, parpadear, agarrarse a la madre,… deben ir desapareciendo para un desarrollo adecuado de las habilidades motoras del niño.
El bebé integra de forma espontánea los reflejos primitivos al realizar repetidamente unos movimientos rítmicos, estimulando redes nerviosas y desarrollando redes neuronales desde los niveles inferiores del cerebro (troncoencéfalo) hasta los niveles superiores (neocortex). Si la estimulación no ha sido correcta y los reflejos permanecen activos habrá una inmadurez cerebral afectándose la percepción sensorial (la visión, la audición, el tacto…), capacidades motoras (coger el lápiz, sentarse en la silla,…) y cognitivas (atender, concentrarse, planificar…).
De esta manera, si las partes inferiores del cerebro no han madurado según las etapas correspondientes, las superiores, encargadas de las funciones esenciales para el aprendizaje, no tendrán un desarrollo normal. No habrá unos reflejos posturales necesarios para poder mantener el equilibrio y una postura correcta en cada momento y podrá provocar en el niño inquietud motora, malas posturas y cambios en la misma constantes al tener que mantenerse sentado en el aula, lo que llevaría a los adultos a catalogarlo como “hiperactivo”.
Dos reflejos que observamos con frecuencia en consulta son el Reflejo Tónico Asimétrico Cervical (RTAC) y el Reflejo Tónico Simétrico Cervical (RTSC).
A un niño con el Reflejo Tónico Asimétrico Cervical activo le costará mucho esfuerzo escribir pues cada vez que gire su cabeza hacia el lado derecho, si es diestro, su brazo derecho tenderá a extenderse y su mano a abrirse, con lo que es posible que el lápiz se le caiga muchas veces de la mano e intentará evitarlo agarrando incorrectamente el lápiz o realizando una presión excesiva al escribir; esto requerirá gran parte de su energía y atención, por lo que no podrá centrarse en la comprensión de lo que escribe.
El Reflejo Tónico Simétrico Cervical (RTSC) suele estar presente en niños que se saltan la etapa del gateo contralateral, y en su lugar aprenden a desplazarse culeando o pasan de estar sentado a ponerse de pie directamente.
Estos niños suelen tener una pobre visión binocular, y problemas para enfocar a diferentes distancias lo que dificultará las tareas de lecto-escritura. En clase se “tumba” en la silla estirando las piernas o se tumba sobre el libro enganchando las piernas alrededor de las patas de la silla, se pone de rodillas sobre la misma o sentado sobre sus piernas dobladas… esta falta de control postural hace que terminen haciendo sus trabajos de pie.
La Terapia de Movimiento Rítmico pretende madurar el cerebro y lograr la integración de los reflejos que permanecen activos. Consiste en imitar los movimientos de balanceo repetitivos que realizan los bebés en su primer año de vida. Esto estimulará la activación e interconexión de las zonas primitivas y las zonas evolucionadas del cerebro, logrando la mejora de: dislexia, dificultades de aprendizaje, problemas de atención y concentración, mala grafía, pobre coordinación, problemas de equilibrio,…
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