Control de Miopía
Selección del paciente
La selección adecuada del paciente para cada técnica de control de miopía es crucial para la eficacia del tratamiento. Factores como la edad del paciente, el nivel actual de miopía, la tasa de progresión, el estilo de vida y la salud ocular general influyen en la elección del método más adecuado. Por ejemplo, la ortoqueratología es ideal para ciertos grados de miopía y queratometrías, mientras que las lentes de desenfoque periférico pueden ser mejores para otros casos, como en niños muy pequeños. Una evaluación detallada por un optometrista permite personalizar el tratamiento, optimizando resultados y minimizando riesgos.
Controles constantes
Los controles regulares en el tratamiento de miopía son fundamentales no solo para monitorear la efectividad del tratamiento, sino también para evaluar cambios en la longitud axial del ojo. Estos controles permiten ajustar el tratamiento a medida que la miopía progresa y detectar tempranamente cualquier aumento anormal de la longitud axial, indicativo de una posible progresión acelerada de la miopía. Esto es crucial, ya que cambios significativos en la longitud axial pueden llevar a complicaciones oculares a largo plazo. La monitorización constante asegura una intervención oportuna y personalizada para cada paciente.