
Descripción general
La terapia visual es un tratamiento personalizado, supervisado por optometristas, para corregir o mejorar problemas visuales como la coordinación ojo-mano, enfoque y percepción. Mediante ejercicios específicos, se busca optimizar la eficacia del sistema visual y su integración con otras funciones sensoriales y cognitivas.
¿Cómo funciona?
Los programas de terapia visual son específicos para cada paciente y se enfocan en problemas particulares del sistema visual. Por ejemplo, pueden dirigirse a mejorar habilidades como la coordinación ojo-mano, la habilidad para enfocar los ojos de manera efectiva (acomodación), la habilidad para mover los ojos de manera precisa (motilidad ocular), o la habilidad para procesar y entender la información visual (percepción visual).
Durante la terapia visual, los pacientes realizan una serie de actividades y ejercicios, que pueden incluir el uso de lentes, prismas, filtros, tablas, instrumentos especializados o programas informáticos. Estos ejercicios se hacen tanto en la clínica como en casa, y su objetivo es entrenar al cerebro para utilizar los ojos de manera más eficiente y efectiva.
La duración del tratamiento varía según la naturaleza y gravedad del problema visual, así como de la respuesta individual al tratamiento. Algunos pacientes experimentan mejoras en pocas semanas, mientras que otros pueden necesitar un tratamiento más prolongado.
La terapia visual ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de diversas condiciones, incluyendo problemas de enfoque (como la insuficiencia de convergencia), estrabismo (ojos desalineados), ambliopía (ojo vago), y dificultades en el procesamiento visual que pueden afectar el aprendizaje y la lectura.